Papá, contame tu historia

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Cuando un regalo se convierte en un tesoro que queda para siempre


Vivimos en tiempos acelerados, donde detenerse a escuchar una historia se convierte en un regalo para toda la vida. Porque no todos los papás son iguales, y no todas las historias se cuentan con la misma facilidad. A veces, solo hace falta una pregunta justa o un espacio amable, sin presiones, donde se pueda elegir qué contar, qué dejar, y hacerlo sin apuro… con amor.

"Los recuerdos se transforman en anécdotas. Las anécdotas en legado. Y el legado en abrazo."

La esencia de esta propuesta es eso: un puente. Entre lo que se vivió y lo que queda. Entre lo que se guardó en silencio y lo que, por fin, se anima a compartirse. Tal vez haya risas, alguna lágrima, muchas pausas y más de una sorpresa. Lo que es seguro, es que cuando alguien se toma el tiempo de escribir su historia —la calle donde creció, el apodo que ya no usa, los amigos del barrio, la primera bicicleta—, el mundo alrededor también se detiene un poquito. Y eso ya lo vale todo.

Eso tienen algunos objetos: no necesitan baterías ni pantallas para generar conexión. Solo hace falta una excusa perfecta para abrir la memoria. Para mirar hacia atrás y descubrir que muchas veces lo más valioso que alguien puede dejarnos no es algo que se compra, sino algo que se cuenta.

“Hay historias que merecen ser contadas. Y abrazos que se guardan en objetos.”

El Día del Padre puede ser una excusa —y muchas veces, la que más necesitamos— para agradecer, para recordar, para decir “te amo” de otra manera. Porque muchas veces conocemos a papá solo en su rol de padre, pero no siempre sabemos quién fue antes de eso. Qué soñaba, qué lo marcó, qué lo hizo ser quien es. Cuántas historias se nos escaparon entre “después te cuento” y “otro día”.

Esta cápsula es una forma de decirle a papá cuánto nos importa todo lo que es. Cuánto amamos al padre, pero también al niño, al joven, al hombre que fue encontrando su camino. Es una forma de abrazar su historia completa y recordarle que cada parte de ella tiene un valor inmenso para nosotros. Y cuando algún día él ya no esté, nos va a quedar su letra, sus palabras, su voz escrita. Vamos a poder volver a ese consejo que nos calmaba, a ese recuerdo que nos hacía reír, a ese abrazo de papá que no se parece a ningún otro.


¿Cómo nació esta cápsula?


Esta cápsula nació desde un lugar profundamente personal. Soy mamá de una nena de un año y cinco meses. Desde que ella llegó, muchas cosas cambiaron, pero una en particular me marcó: empecé a mirar a mis papás con otros ojos. Ya no solo como hija, sino también como madre. Y empecé a preguntarme cómo hacer para que mi hija también pueda conocerlos más allá del rol de abuelos. Quería que supiera quiénes son. Qué soñaron. Qué los hizo reír. Qué cosas los hicieron fuertes. Qué historias los formaron antes de ser “los abuelos”.

Con esa idea en el corazón, empecé a imaginar esta cápsula. Una forma de capturar y atesorar a nuestros padres —sus abuelos— antes de que los años, la rutina o el olvido nos borren detalles que importan. Quería que quede todo eso guardado. No como una biografía formal, sino como un legado emocional.

"Un puente entre generaciones"

También pensé en mi hija y en su papá. En la necesidad de dejarle a ella un registro de todo lo que él es, incluso de aquello que a veces cuesta decir en voz alta. Porque si, sabemos que a veces a los papás les cuesta conectar o expresarse... pero conocemos el tesoro que llevan adentro. Y no quiero que nada de eso se pierda.

Este cuaderno es mi forma —nuestra forma— de abrazar lo que muchas veces pasa desapercibido. De poner en valor la historia de quienes nos criaron. De recordarles, y recordarnos, que cada historia importa. Que cada vida tiene algo para contar. Y que atesorarla... también es una forma de amar.

Carolina Baronetto
Mamá de Noa & Creadora de esta cápsula ♥